Algunas personas pueden verse tentadas por las pequeñas trampas comunes que se hacen a Hacienda de manera relativamente habitual, pero lo cierto es que este tipo de conductas constituyen un delito y no es aconsejable imitar los comportamientos tramposos si no queremos meternos en problemas, hoy explicamos algunas de esas trampas que no deberías copiar nunca.
Deducir gastos que no corresponden
Tus gastos personales no son deducibles a través de tu empresa o de tu actividad como autónomo, y esta es una conducta tan común que podrías olvidar que es una trampa a Hacienda y que supone un fraude fiscal como podría ser cualquier otro; aunque consideres que son cosas de poco valor como una comida o un ticket, no te aconsejamos que lo hagas mientras sean gastos personales.
A veces la trampa es demasiado exagerada y se llega al punto de incluir como gasto laboral o profesional una reforma de una casa particular o una gran inversión, en este caso el riesgo de que Hacienda acabe por detectar el fraude es muy alto y deberías pensártelo antes de meterte en problemas.
Los gastos de los viajes, solo los laborales
De la misma forma que se deducen cosas pequeñas como una comida con mucha naturalidad o una reforma con cierta osadía, también es común la trampa de los viajes o vacaciones personales deducidos como viajes de empresa o de negocios, y esto es una trampa mucho más fácil de detectar para Hacienda de lo que se piensa.
La ley es clara al respecto y deja poca escapatoria o poco margen para las excusas creativas, ya que cuando se realiza un viaje de negocios solo es deducible aquel gasto que resulte indispensable para generar ingresos, así que tendrás que explicar cómo has generado ingresos pidiendo un desayuno a la habitación de tu hotel o tomando unos cócteles por la noche.
Tu coche no siempre es tu material de trabajo
Tal vez no lo sepas, pero otra trampa habitual a Hacienda es la compra del coche con una deducción que no es la correspondiente: debes deducir 50% de su valor y si quieres hacer un porcentaje mayor deberás justificarlo al fisco y determinar por qué es de mayor valor en tu actividad profesional concreta.
Los tickets de la gasolinera también tienen normas
Olvida cualquier tipo de ticket, ni los de las gasolineras, ni los del supermercado ni mucho menos los de los bares son deducibles, ya que la identidad del consumidor de ese gasto no puede quedar reflejada y no se puede justificar que se ha realizado en calidad de empresa o de empresario.
Esto no quiere decir que todos los gastos de pequeño o mediano tamaño sean una trampa para Hacienda, se trata de abalar la finalidad de esta inversión (y sobre todo la identidad como empresa de benefactor) así que en todos los casos en los que se pueda realizar una factura correctamente cumplimentada será válido y perfectamente justificable de cara a Hacienda.
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