Por desgracia, muchos son los negocios que han cometido y siguen cometiendo graves errores en la gestión periódica de su tesorería. Todo ello se ha derivado en grandes deudas, impagos, despidos y por consiguiente en la cesión de la actividad empresarial. Una eficiente previsión podrá evitar males mayores.
Todas las partes de la empresa, desde los gerentes hasta los empleados son responsables de la actividad económica del negocio. Si fallase algún aspecto financiero en las cuentas de la empresa, sería necesario actuar de forma inmediata antes de que se generase una crisis interna. Si los procedimientos empleados son eficientes, los resultados financieros de la empresa serían optimistas y por consiguiente no peligraría la perdurabilidad de ésta. Hoy en día, cada vez resulta más difícil acceder a un crédito bancario y hacer frente a graves problemas como la morosidad, los cuales se reportarán en una imposibilidad para pagar a nuestros proveedores. Es la pescadilla que se muerde la cola. A pesar de que parece que la economía nacional vuelve a despuntar, todavía es necesario andarse con pies de plomo y no realizar inversiones aventuradas.
Por todo ello, antes echar el cierre y de caer en la quiebra, resulta interesante conocer los errores más comunes que suelen llevar a cabo los negocios en su departamento de tesorería para intentar poner remedio:
- Falta de previsión: Es nuestra responsabilidad contar con una previsión económica actualizada a corto plazo para hacer frente a cualquier pago que pudiese llegarnos. De este modo evitaríamos que el banco nos cargase conceptos desconocidos o inesperados, o bien, tener que abonar intereses de demora o reclamaciones.
- Descuidar el IVA: Numerosos empresarios inexpertos cometen el error de apropiarse del importe del IVA, teniendo al final del trimestre que abonar el modelo correspondiente a la tesorería.
- Fechas valor: Para reducir nuestros gastos financieros, lo ideal será mantener actualizados nuestros extractos bancarios, priorizando los movimientos por sus fechas valor. Los saldos bancarios nos ahorrarán una preocupación frente a los intereses de nuestras cuentas.
- Ignorar los plazos: Un error muy común de los empresarios más inexpertos suele ser afrontar pagos importantes contando con una inversión que realmente no llegará hasta pasado un largo plazo. Y es que existen pagos y cobros que se realizan a los 30, 45, 60 e incluso a los 365 días. La previsión es la clave del éxito y la subsistencia.
- Excedentes de tesorería: En innumerables ocasiones, las empresas cuentan con una tesorería ociosa, por lo que sería interesante recurrir a instrumentos de bajo riesgo para rentabilizar los excedentes. Aunque dicha rentabilidad fuese reducida, será mejor que el hecho de no obtener nada a cambio de esos saldos inoperativos.
- Ausencia de instrumentos financieros: Aunque pensemos que resulta costoso e innecesario asumir gastos como el mantenimiento y la administración de cuentas inoperativas, en ocasiones resultará muy práctico para cobrar el pago a algún cliente. Resulta casi obligatorio que las empresas diversifiquen su operativa bancaria por si en algún momento una entidad bancaria no nos permitiese renovar algún producto o nos solicitase garantías adicionales.
- Falta de recursos: Una eficiente gestión tesorera irá acompañada de la reducción de gastos financieros y del aumento de la eficiencia empresarial. Los sistemas actuales de gestión establecen conciliaciones automáticas con cierto grado de parametrización.
- El peligro de las comisiones: Aunque contar con un datafono pueda ser una solución práctica y sencilla para olvidarnos de la custodia del dinero en efectivo, debemos tener en cuenta las elevadas comisiones que se cobran los bancos por cada cobro efectuado con tarjeta de crédito.
- Falta de comunicación: El único modo de conocer los ingresos reales de una empresa y prevenir posibles gastos será actualizando las cuentas y manteniendo vínculos entre los distintos departamentos. Si evitásemos las costosas devoluciones y descubiertos estaremos ofreciendo una imagen más profesional a nuestro negocio. Para optimizar la gestión de la tesorería será recomendable aunar los recursos, que nos facilitasen los procedimientos operativos, con la experiencia en la toma de decisiones.
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