Los autónomos y empresarios no sólo tienen muchos más impuestos que pagar que el común de los mortales… ¡También tienen mucho más papeleo! Y es que la sed de papeles que tiene Hacienda es de lo más acusada. Declaraciones de ingresos, de gastos, IRPF; retenciones, cuotas, facturas… ¿Tal vez necesitas un asesor fiscal?
La cantidad de papeles que deben presentar los autónomos y los empresarios es muy grande y, en ocasiones, requiere de conocimientos técnicos bastante importantes de cara a saber hacer bien los diferentes trámites y respetar los plazos. Por eso, contar con un asesor fiscal es una de las mejores decisiones. En este artículo vamos a hacer un repaso de los muchos y muy variados beneficios que nos aporta como autónomos el contar con un profesional de este tipo.
Beneficios de tener un asesor fiscal
- Presentar los documentos en plazo. Uno de los graves errores que podemos cometer con Hacienda es el presentar documentos como impuestos fuera de plazo. Si hacemos esto, lo que nos sucederá es que debamos pagar algún tipo de recargo y tengamos que acabar pagando más de lo que nos corresponde. Contar con un asesor fiscal a nuestro servicio evita estos problemas.
- Evitar multas. Del mismo modo, pueden llegarnos multas de diferente índole. No sólo por presentar fuera de plazo las cosas sino por haberlas hecho mal. El asesor fiscal nos asesorará para que no tengamos ningún tipo de problema.
- Desgravar más. Una misma empresa o un mismo emprendedor puede presentar la declaración de la renta de dos formas totalmente correctas y con una ahorrar más dinero que con la otra. Contar con un asesor fiscal nos permite conocer las mejores maneras para, dentro de la legalidad, ahorrarnos la mayor cantidad de impuestos posible.
- Conocer subvenciones. Los asesores fiscales saben de las diferentes subvenciones municipales, autonómicas, nacionales y europeas a las que podemos optar. En muchas ocasiones disponer de un buen asesor fiscal puede suponer la diferencia entre optar o no a una subvención.
- Despreocuparse. Al contar con un asesor fiscal que se encarga de nuestra contabilidad, podemos despreocuparnos y concentrar nuestros esfuerzos en otras cosas. Además, generalmente un asesor fiscal tiene un seguro de responsabilidad civil por lo que, en caso de que cometa algún error, el seguro te indemnizará de cualquier daño que puedas sufrir.
- Ahorrar tiempo. Desde luego, un autónomo puede ahorrarse unos pocos euros haciendo él mismo los trámites. Sin embargo, el ahorro de tiempo de dejar todo el papeleo – que es ingente – en manos de un asesor fiscal es enorme. ¡Si contratas a uno no te arrepentirás!
- Concentrarte en lo importante. Puede parecer banal pero no lo es. Cuando una empresa o un autónomo cuenta con un asesor fiscal puede centrarse en su negocio y hacer lo mejor para que éste salga adelante. En cambio, si tenemos que hacer nosotros nuestro propio papeleo tendremos menos tiempo y menos energía para dedicarnos a lo verdaderamente importante: nuestra empresa y nuestro trabajo.
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