Cuotas en función de las ganancias o pagos mensuales de solo 49 euros al mes. Ser autónomo por el mundo es mucho más fácil y barato que en España. El gobierno, critican los expertos, continúa sin actuar. Y esta es la desigualdad de ser autónomo en Europa.
Autónomos a la fuerza. El actual panorama económico-laboral que vive España empuja a muchas personas a convertirse, de forma obligatoria, en autónomos. Una situación que tiene sus pros y sus contras pero en sí muy diferente a la que viven estos profesionales en otros países del mundo. España lidera el aumento de nuevos autónomos en Europa, junto a otros países como Rumanía, Italia o Alemania. Y es que según datos publicados por Eurostat, nuestro país cuenta con cerca de 3 millones de trabajadores en esta situación.
Los autónomos cotizan a la seguridad social en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), un régimen regulado por una norma de 1970 que, señalan los expertos, ha quedado totalmente desfasada. Ni tan siquiera en el último Debate del Estado de la Nación, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy tuvo en cuenta especialmente a este tipo de trabajadores, salvo unas ayudas a autónomos con dependientes a su cargo. ¿Y el resto, la mayoría, de los autónomos?
Un autónomo paga un mínimo de 255,86 euros al mes, y lo más importante independientemente de que tenga ingresos o no. Los especialistas también coinciden de que se trata de un sistema poco solidario, pese a la cuota inicial de 50 euros para nuevos autónomos que apenas dura unos pocos meses. En definitiva y a corto plazo, los jóvenes que acceden tienen que pagar aunque no tengan ingresos y aquellos sectores profesionales con ingresos altos pueden estar perfectamente cotizando por la mínima. Veamos cuál es la situación en otros países de nuestro entorno.
España, desigualdad de ser autónomo en Europa
En Francia, la situación para los autónomos es mucho más positiva que en España. Durante el primer año de actividad no se paga nada y si la “aventura empresarial” no arrancha, el autónomo no debe pagar. Además, existe un régimen especial para pequeñas empresas y autónomos. La creación de empresas es mucho más simple que en España, así como el modo de cálculo y de pago de pequeñas cuotas mensuales de 49 euros. En definitiva, solo debes pagar las tasas si has tenido cifra de ventas en el periodo declarado. Tampoco hay costos suplementarios por dar de alta una empresa y si esta requiere la matriculación en el registro mercantil y de sociedades o en el repertorio de oficios, solo se debe pagar 35 euros y en el caso de baja otros 35 euros. No hay más.
También es más satisfactorio el sistema que se sigue en Alemania. Se paga en concepto de Seguridad Social 140 euros, pero se puede eximir de su pago a los profesionales que no alcancen los 1.700 euros netos al mes, algo que en España sería una opción bastante extensible. Eso sí, se les exige el pago de un seguro de salud con una prima de unos 200 euros al mes para cubrir la contingencia de asistencia sanitaria.
Notable es la situación que viven los trabajadores autónomos de Portugal y Holanda. En el primero por la inexistencia de cuota, así como la falta de obligatoriedad del pago del IVA, mientras en Holanda se pagan solo 50 euros anuales de cuota de autónomos.
En Inglaterra, se paga a la Seguridad Social a partir de que las ganancias sean superiores a las 5.595 libras y esto se elevará cuando los beneficios estén por encima de 7.605 libras. O lo que es lo mismo, los autónomos que menos facturen puede llegar a pagar tan solo 12 euros al mes. Éstos también deben registrarse para el IVA si espera que su recaudación sea mayor a77.000 libras por año. Y, por último, EEUU donde no existe un sistema obligatorio de Seguridad Social por lo que no se paga prácticamente nada. Solamente hay que abonar 50 dólares mensuales más los impuestos que correspondan según los tramos y la actividad correspondiente.
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