Las pequeñas y medianas empresas (PYME) son la columna vertebral de la mayoría de las economías y desempeñan un papel importante en la creación de empleo y la innovación. Sin embargo, a menudo se subestima su importancia y se pasa por alto su gestión financiera.
Muchas PYME no respetan los principios adecuados de gestión financiera y, como resultado, pueden encontrarse en situaciones que pueden llevarlas al colapso. Existen muchos ejemplos de mala gestión financiera entre las PYME, que pueden clasificarse en diez grandes categorías.
Gastos excesivos o innecesarios
Uno de los errores de gestión financiera más comunes que cometen las PYME es el gasto excesivo o innecesario. A menudo se trata de compras innecesarias de equipos u otros artículos, o de la asunción de gastos generales innecesarios.
Bajos niveles de financiación
Los bajos niveles de financiación son otro error común de las PYME. No disponer de los fondos necesarios para las operaciones puede llevar a la empresa a endeudarse para mantenerse operativa. Esto puede obligar a las PYME a pagar tipos de interés elevados por deudas que de otro modo no habrían tenido que pagar.
No disponer de un fondo de emergencia
Muchas PYME no disponen de un fondo de emergencia para cubrir gastos o pérdidas inesperadas. Disponer de un fondo de emergencia puede ayudar a amortiguar el golpe de cualquier imprevisto y puede contribuir a que la empresa funcione sin problemas.
Sobreendeudamiento
El sobreendeudamiento es otro problema de gestión financiera frecuente en las PYME. La sobrecarga se produce cuando una PYME intenta abarcar demasiado negocio o el nivel de negocio que ya ha asumido supera sus capacidades. Esto puede dar lugar a un elevado incumplimiento de los plazos o a una calidad inferior de los productos o servicios debido a la falta de recursos.
Plan de contingencias
La planificación de contingencias es otro aspecto que las PYME suelen pasar por alto. Disponer de un plan de contingencia para cuando las cosas van mal puede ayudar a minimizar el impacto negativo que el suceso puede tener en los resultados de la empresa. La planificación de contingencias es una parte esencial de una buena gestión financiera.
No controlar la facturación y los pagos
Otro aspecto que las PYME suelen pasar por alto es controlar la facturación y los pagos. Esto puede dar lugar a un uso ineficaz de los recursos y a una posible pérdida de ingresos por retrasos en los pagos. Es esencial que las PYMES estén al día de las facturas y los pagos para mantener el flujo de caja y el buen funcionamiento de la empresa.
Mala gestión de los recursos
La mala gestión de los recursos es otro error común de las PYME. Esto puede conducir a un uso ineficaz de los recursos y a un aumento de los costes. Es importante que las PYME sean diligentes a la hora de supervisar y evaluar el uso de los recursos para evitar un uso excesivo.
No tener un presupuesto
Muchas PYME no tienen un presupuesto y se limitan a llevar la cuenta de lo que gastan y lo que reciben. Un presupuesto es una parte esencial de una buena gestión financiera, ya que ayuda a mantener a la empresa en la senda del gasto y puede evitar sorpresas.
No entender el sistema fiscal
Muchas PYME no entienden el sistema fiscal y, como resultado, se pierden posibles ventajas fiscales. Es importante que las PYME se mantengan informadas de los cambios en el sistema fiscal para aprovechar las ventajas disponibles.
En conclusión, una gestión financiera adecuada es una parte esencial del éxito de una PYME. Muchas PYME no se adhieren a los principios de una gestión financiera adecuada y, como resultado, pueden encontrarse en situaciones que pueden llevarlas al colapso. Hay muchos ejemplos de mala gestión financiera entre las PYME, que pueden clasificarse en diez grandes categorías, y es importante que las PYME sean conscientes de estos problemas para evitarlos.
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