Si estás pensando en iniciar tu propio negocio, ¡enhorabuena! Se trata de un gran paso que puede brindarte muchas oportunidades fantásticas. Sin embargo, crear tu propia empresa también puede resultar muy desafiante desde el punto de vista financiero. La buena noticia es que no tienes por qué resolverlo todo tú solo. Aquí tienes 10 consejos financieros que te ayudarán a empezar.
1. Investiga y elabora un plan
Este es el primer y más importante paso al iniciar un negocio. Antes de lanzarte, dedica tiempo a investigar a fondo tu sector, tu competencia y tu base de clientes potenciales. Esto te permitirá elaborar un plan de empresa sólido, en el que se definan tus objetivos, metas y estrategias, así como los costes que implica el inicio de la actividad. Contar con un plan de empresa sólido y bien estudiado demuestra también a posibles inversores y prestamistas que estás comprometido y aumentará tus posibilidades de obtener la financiación que necesitas.
2. Conoce tus números
La parte financiera de la creación de una empresa puede ser intimidante, pero es importante que controles tus números. Dedica tiempo a calcular tus costes iniciales y mantén un registro de tus gastos mensuales para tener una idea de lo que necesitas ganar para mantenerte a flote. Conocer a fondo tus finanzas te ayudará a tomar mejores decisiones a medida que pongas en marcha y hagas crecer tu negocio. Puede merecer la pena invertir en un contable o un contable para que te ayude a llevarlo todo al día.
3. Pon orden en tus finanzas
Si aún no lo has hecho, ha llegado el momento de echar un buen vistazo a tus finanzas personales. Saldar cualquier deuda pendiente y asegurarte de que tu situación financiera personal es buena antes de asumir el riesgo de un nuevo negocio. Tus finanzas personales repercutirán directamente en tu empresa, tanto a la hora de conseguir financiación como de gestionar tu flujo de caja. Es mucho más fácil poner en marcha una empresa cuando no tienes que preocuparte por tus propias facturas.
4. Contrata el seguro adecuado
Dicen que hay que esperar lo inesperado, y nada puede ser más cierto que cuando se dirige una empresa. El seguro es una parte fundamental de la protección de tu empresa frente a imprevistos. Asegúrate de tener las pólizas de responsabilidad civil general y de daños materiales adecuadas, así como cualquier otra póliza especializada que pueda necesitar tu empresa. También puede merecer la pena contratar un seguro de salud, de vida y de invalidez para proteger tus finanzas personales.
5. Mantén separadas las finanzas de la empresa y las personales
Es fundamental que mantengas separadas tus finanzas empresariales de las personales desde el primer día. Esto facilitará mucho la contabilidad, ayudará a mantener las cosas organizadas y te protegerá de cualquier responsabilidad personal si las cosas no salen según lo previsto. Puede merecer la pena abrir una cuenta bancaria empresarial independiente e incluso una tarjeta de crédito para mantener las cosas separadas.
6. Invierte con cabeza
Puede resultar tentador gastar mucho dinero en equipos extravagantes y otros artículos cuando empiezas tu negocio. Sin embargo, es importante invertir con cabeza y gastar dinero sólo en artículos que contribuyan directamente al crecimiento y al éxito de tu empresa. Siempre podrás modernizarte y ampliarte a medida que tu empresa crezca y sea más rentable.
7. Mira de cerca tu flujo de caja
Uno de los mayores retos para cualquier empresario es gestionar el flujo de caja. Asegúrate de estar al día de tus facturas y cuentas pendientes, y ten un buen sistema para controlar quién te debe dinero y cuándo vencen esos pagos. Controlar de cerca tu flujo de caja te ayudará a garantizar que siempre tienes suficiente dinero en el banco para cubrir tus gastos.
8. Consigue financiación
Es probable que necesites algo de dinero extra para poner en marcha tu empresa. Los propietarios de pequeñas empresas disponen de muchas opciones de financiación, como préstamos bancarios, líneas de crédito y subvenciones públicas. Investiga y encuentra la opción de financiación que mejor se adapte a tu empresa.
9. Págate a ti mismo
Puede resultar tentador reinvertir todo el dinero que gane tu negocio en la empresa, pero no olvides pagarte a ti mismo. Te mereces que te compensen por tu duro trabajo y cobrar un salario te ayudará a mantener el orden en tus finanzas personales.
10. Ahorra para el futuro
Incluso si a tu empresa le va bien, es importante ahorrar para el futuro. Tener un colchón de ahorros te dará tranquilidad y te proporcionará un plan de respaldo si las cosas no salen según lo previsto. Haz del ahorro una prioridad y aparta una parte de tus ingresos empresariales cada mes.
En conclusión, emprender un negocio puede suponer un gran reto desde el punto de vista financiero, pero no tiene por qué resultar abrumador. Con una planificación financiera sólida, inversiones inteligentes y una vigilancia rigurosa de tus gastos, podrás poner en marcha tu empresa y encaminarla hacia el éxito. ¡Suerte!
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